sábado, 30 de septiembre de 2017

SOY UN SUJETO SENSIBLE

La cosa es que una tarde se sentó a mi lado un tipo y éste saca su bolsa de garrapiñadas, "¿querés? agarrá" me dijo con toda la confianza del mundo -confianza que en ningún momento aprobé, pero bueh-. Lo gracioso es que dicho sujeto me estaba ofreciendo garrapiñadas, GARRAPIÑADAS, ¿ENTIENDEN? Los pongo en contexto: yo acababa de disfrutar un delicioso paquete de galletas de cereal y miel y este tipejo (no está de más decir: tenía un estado físico deplorable y de seguro era hincha de cierto club que no quiero ni nombrar) me ofrece esa porquería que solo consumen las personas que poseen materia fecal en vez de cerebro.

"No gracias, cuando tenga ganas de suicidarme te aviso, ok?" fue una respuesta mental que no me atreví a exteriorizarla.




Hice un rápido análisis mental sobre esta persona, los resultados salieron en forma de hashtag: #cumbia #fernet #nike #futbol #proevolutionsoccer #gauchitogil #novianotengo #mefaltancincopeparacargarlasube #elpitonomecrece #tengoqueterminarelcoleloko #altamanuelameclavoalanoche

Rechacé con un vago ademán, pero este gil me quería seguir hablando, me sacaba temas de conversación a cada rato. Miré hacia otro lado, pretendiendo abstraerme de la situación, quería mostrarle toda mi indiferencia, que sintiera que conmigo era imposible tratar, que sintiera que no era interesante, que se sintiera un miserable cuyos problemas no le importaban a nadie. Al final lo logré, aunque fueron varios minutos de tenerlo al lado, pero el energúmeno al final cayó derrotado. No tuve que decir ni una palabra, respiré aliviado una vez que se fue. 

Y la moraleja es... ok, no hay moraleja, pero no te juntes con las chusma.