domingo, 13 de septiembre de 2015

EL OTRO DÍA FUI A COMER A UGI'S


La siguiente crónica es verdadera o eso creo...

Eran las doce de la medianoche, luego de salir de 'queteimporta lugar' mi estómago me suplicaba una sola cosa: "tengo que comer la puta que te parió no seas tacaño". Así que decidí hacerle caso. Tenía que comer, pero la pregunta era ¿dónde? Me hallaba por la zona del Obelisco, un lugar céntrico lleno de comercios y restaurantes de sobra para saciar mi hambruna. No andaba con mucho dinero encima (lo cual es una desventaja) así que empecé a recorrer los locales de comida para ver qué precios tenían. Primero me fijé en un McDonald's pero era muy caro, lo mismo con el Burguer King. Luego visualicé una pizzería de feo aspecto, feo decorado, nada llamativa, de logotipo minimalista. Leí su nombre: Ugi's, se llamaba. Al instante recordé que un amigo me había hablado de dicho local y me recomendó que nunca vaya ahí porque según él la pizza era horrible y estaba llena de bichos canastos. 

Medité mi situación por unos segundos y me di cuenta que no tenía otra opción, debía comer ahí, el dinero no daba para algo mejor. Además lo único que quería era alimentarme, no era momento para hacerme el exquisito. Mandé al diablo el consejo de mi amigo y entré a Ugi's. 




Una vez adentro sentí cierto temor producido especialmente por el aspecto lúgubre del local. Habían tres personas dentro -además de mi- tres tipejos mediocres y corrientes que consumían su pizza con cara de resignación ante una vida que seguramente les era adversa. "¿En qué sitio me metí?" pensé. Era como una especie de comedor donde solo iban a parar los fracasados sociales. Me dirigí lentamente hacia el mostrador y le pedí media pizza -que costaba $21- al sujeto que atendía que a la vez era el cocinero, o sea había un solo empleado (WTF?). Le pagué y luego me puse a buscar una mesa para sentarme, estaban todas sucias con restos de comida sin terminar (queso desparramado por todos lados, mocos y quién sabe qué asquerosidades más) parecía que nadie se dignó a pasarle al menos un puto trapo a dichas mesas. Al final elegí la menos sucia aunque le tuve que pasar una servilleta encima algo que me enojó mucho, se supone que los empleados tienen que mantener la higiene del lugar, ¿no?

Pasaron diez minutos hasta que mi pedido estuvo listo. Fui al mostrador a retirar mi media pizza, que era común y corriente no tenía nada de especial, mucho queso, un poco salsa de tomate y orégano encima (no vendían de otro tipo). Me extrañó que no tuviera aceitunas algo re-contra imprescindible en mi opinión. Volví a mi lugar y empecé a comer la primera porción, la masa era finita de poca consistencia, pero le resté importancia, ya aclaré que no era momento para exquisiteces. Luego proseguí en ingerir la otra porción. Hasta ahí todo normal. Lamentablemente después me sorprendí al ver pequeñas cucarachas caminando en las dos porciones de pizzas restantes que lo único que lograron fue que me dieran arcadas. Me levanté de la mesa y le dije al cocinero que habían cucarachas encima de la maldita pizza. "Podría ser peor pibe, pensalo" fue su indignante respuesta. Me dejó atónito. Le exigí que me cambie las asquerosas porciones por otras en buen estado o de lo contrario que me devolviese el dinero. "Jodete" se limitó a decir el muy forro. Vi que uno de los clientes se reía de mi desgracia.

Insistí con la demanda, fue inútil, no me hacía caso. Además tuvo el descaro de mostrarme el dedo medio, razón por la cual me vi obligado a retirarme de ese insalubre lugar denominado Ugi's con la cabeza gacha, bien derrotado. 

Por lo menos sobreviví. 


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