sábado, 13 de febrero de 2021

4 BODAS + 1 BOLUDO A PEDAL + 1 VILLANO FINCHERIANO

No sé a quién puede interesarle el siguiente texto, pero bienvenido. 

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo (años noventa, menemismo a full & other things) una historia. Ok, voy al grano: ¿se acuerdan de aquella comedia romántica protagonizada por Mickey Ojos Azules y la novia de Bill Murray en El Día de la Marmota? ¿No? Capaz que en una de esas envejeció mal el producto pero bueno, aquí va un refresh para quien guste.  


*Aviso el texto contiene spoilers (demasiados)

De chico, cuando lo único que me gustaba ver eran tiros y explosiones, tenía una cierta cantidad de pelis que evitaba a toda costa porque las consideraba "tontas" (además no le disparaban a nadie, un embole). Una de las tantas pelis que evitaba era "Cuatro Bodas...”, años después la terminé viendo y sinceramente no modificó el viejo prejuicio. Hace tiempo quiero hablar sobre esta película, y más en concreto sobre el personaje de Carrie (Andie MacDowell), el cual siempre me generó cierta inquietud. Más adelante retomaré esto.


Richard Curtis, guionista y cerebro detrás del film, parte de premisas medianamente interesantes pero cuyo desarrollo deja mucho que desear. Para muestra un botón: vayan y traten de disfrutar su última pavada Yesterday  dirigida por Danny Boyle o si no pueden retrotraerse a una de esas comedias navideñas que muchos celebran y cada tanto pasan en la tele: Love Actually (la cual también dirige); la cinta, básicamente, es un rejunte de historias bastante insípidas, un desfile de frikazos (y otros no tanto) cuyos problemas llegan a importar más bien poco a medida que avanza la trama y llena de situaciones NADA graciosas. Al único que rescato de ese caos es a Bill Nighy... y bueh, y a Hugh Grant porque es Hugh Grant, siempre hace de solterón medio boludo, medio canchero y le sale bien, no voy a mentir, compro. Todo esto que señalo sobre Love Actually es una constante en el cine de Richard Curtis, y desde su primer gran mega-hiper-recontra-éxito: Cuatro Bodas y un Funeral, no ha cambiado ni un poquito sus vicios, al contrario, escarbó más en ellos. ¿Por qué romper con la fórmula mágica, no? 

Vamos a la peli en cuestión. El concepto es harto conocido, "boy meets girl"  (en este caso una boda como escenario). Presenciamos a Carrie irrumpir en la misma y nuestro protagonista queda flechado al verla, una de las amigas de Charles (Hugh Grant) le indica que es una zorra, y cuánta razón tiene. Esa linea está metida como gag, pero cómo me hubiera gustado que se resignifique hacia el final de la historia (pero claro: eso es cosa de guionista hábil, no un medio pelo). Entonces a través de la boda inicial conocemos no solo a Charles, sino también a su círculo de íntimos amigoides y un festival de gentuza asimétrica que sirven de elemento cómico. Lo mejor es el inicio, digamos la primera boda, que dentro de todo está bastante bien llevado, el humor no es una maravilla, pero tampoco causa nauseas, it's ok. La cámara va saltando diferentes puntos de vista, el enfoque cuasi voyeurista en ciertos pasajes recuerda a las comedias de elenco numeroso de Robert Altman (sin su genialidad, obviamente).  

Lo lindo dura poco y llegamos a la segunda boda y uff... acá todo es menos inspirado, igualmente antes fuimos testigos del touch & go entre Charles y Carrie. En un momento nuestro protagonista, en plena resaca sexual, bromea haciendo una analogía con Atracción Fatal, o sea Andie MacDowell vendría a jugar el rol de Glenn Close y... ¡¡¡ERA POR AHÍ LCDTM!!! 

Ok, sigamos con la segunda boda. Ya el chistecito que Charles y su hermana deforme lleguen siempre tarde a las mismas rompe un poco los huevos sumado a los sucesivos "fuck" gratuitos que se espetan (la repetición es una constante en este tipo de humor británico). Tenemos a Mr. Bean oficiando de cura y pifiando todas sus líneas casamenteras en un primerísimo primer plano (jajaja... ok, no... "¡pe, pe, pedo ez mizted bind...!" *le pega una cachetada*). Dicha escena se extiende y la gracia se diluye por esto mismo. Luego tenemos a la pareja de recién casados teniendo sexo en su habitación mientras nuestro prota, que casualmente está ahí, se tiene que esconder. Y bueno, lo mismo que con Mr. Bean: situación que se alarga y deja de divertir (It's supposed to be funny?). Y allí reside unos de los principales problemas de la cinta, hay una notable falta de timing a la hora de los gags. El secreto, esto va para cualquiera sea comediante o no, no pasa por elaborar el chiste más ingenioso del mundo sino en saber ejecutarlo. También el problema se agrava porque la peli regala pantalla a personajes secundarios que no ameritan tanta atención, de hecho, habría que ahorrar en ellos. Mike Newell oficia como director, aunque prefiero centrarme en la figura de Curtis, ya que para bien o para mal, es un, ehmm... digámosle: "autor". Podemos notar su inconfundible sello en cada una de sus producciones, no se puede decir lo mismo del otro. Si hay que culpar a alguien —e ir a lincharlo y quemarlo en la hoguera— es a él. 

(Me estaba olvidando de alguien importante, ¡ah sí! "Duckface", la desgraciada Henrietta, cuya primera aparición viene en forma de chiste fácil y como tal va a ser tratada el resto de la historia: como puto chiste). 

Más tarde asistimos al funeral, porque uno de los mencionados amigotes muere repentinamente en la tercera boda. Un tal Gareth, que personalmente —luego de echarle un par de visionados—, veo con buenos ojos su deceso porque se estaba volviendo insoportable. Básicamente era un histriónico que no hacía reír a nadie. Por esta misma razón el momento de mayor peso dramático de la peli, el funeral, no funciona. Si no sentí nada por la muerte de Gareth, ¿qué puedo sentir en su velorio? Mmm..., a ver el discurso de su novio Matthew citando a  W. H. Auden "Stop the clocks & etc.", en primer plano, puede llegar a "acongojarte", sí (aunque se estira como chicle bordeando lo anticlimático). Igualmente el indulgente album de fotos final anula cualquier tipo de drama; allí vemos a dicho novio con nueva pareja. ¿Y qué pasó con eso de "ya no quiero las estrellas, bla, bla, bla, creí que el amor era eterno, pero no y bla, bla, bla"  el equivalente a "no se preocupen por mí, ya estoy muerto"  de Barney Gomez? ¿Hacía falta? Bueno, la búsqueda del happy ending tiene estas cursileadas. Le destaco a la secuencia fúnebre el mérito de ser el único momento "genuinamente" romántico de toda la peli, obviamente hablo del discurso de Matthew, que iranía, ¿no?


best shot in the whole movie

Ahora sí, retornando sobre lo que mencioné al comienzo, la idea que me empujó a escribir este texto. Andie MacDowell, uff, ¿como definir su personaje? Bueno, ya lo dijo la misma peli: es una fucking slut. Según leí por ahí, y queda más que claro en el clímax, Richard Curtis buscaba hacer una crítica al matrimonio como institución. Bien, ta perfecto. Uno puede ser feliz con quien ama sin necesidad de casarse, que la cosa no pasa por ahí, mientras el amor sea sincero, genuino, bello, consensuado y todos los adjetivos que quieras ponerle. Bien, ta perfecto. ¿Como elije contar esto? Pues: tenemos un solterón inmaduro que anda orbitando de mujer en mujer buscando un amor ideal. Anda frustrado, ponele, porque siente que la sociedad lo empuja a casarse (tipo "todos se casan menos yo") y llevar una vida más estable, menos desordenada. No puede evitar herir a gente que quiere (aunque sea un poquito) con sus metidas de pata. Y entonces conoce a la zorra de Carrie, un par de polvitos, alguna que otra anécdota y bueno, ahí va su amor ideal. ¿Construcción de romance? Bien, gracias. 

Sigamos con la villana más mala que Anton Chigurh, Hans Landa y el pelado de Whiplash juntos. Sí muchachos, Carrie es la villana, es la que reune los requisitos básicos para el antagonismo, pasa que nadie se dio cuenta o prefirieron hacerse los desentendidos. El interés amoroso de Charlie es una persona sin escrúpulos, manipuladora y calculadora a más no poder y se sale con la suya en todo momento, todo es ganancia para ella. Veamos: no tiene problemas en tener sexo con Charlie a espaldas de su nuevo novio, un geronte ricachón (está con el tipo por la guita, la biyuya, el fasuli, otra no se me ocurre, de hecho, más adelante dice que no volvería a salir con alguien que triplica su edad). No conforme con eso, en la antesala de su gran scottish wedding, sigue coqueteando con el boludo a pedal de Charlie, se prueba el vestido de novia delante suyo, luego le cuenta las mil y una experiencias en la cama que tuvo con x personas. Razón por la cual el boludín sale desesperado a querer confesarle su amor, pero se queda a medias (nunca se la juega en la peli), igualmente nuestra villana le dice que es un encanto. En el funeral repite algo similar. Y luego el momento cumbre...

Carrie irrumpe en la boda —cuando no— de un Charles con ganas de sentar cabeza. Pasaron diez meses, entre funeral y boda (tenemos un limbo de información... bueh, sigamos). Fíjense el aspecto de nuestra villana, dice mucho: cae con un sobretodo gris, pelo recogido, cabeza gacha, mirada tristona, se hace la vístima. Le comenta a Charles que ya no sale con el viejo vetusto. El tipo entra en un dilema, antes dice por qué no llamó, lo lógico, obviamente. Responde algo así como "y bueno, lo pensé, pero..." se interrumpe, ¿por qué? No hay por qué. Bah, lo hay: BECAUSE LA GNNTE RR MLA SS ASÍ, TINNEN MLDAD NNLA SNGRR, NN LSS GSSTA HCERR LSS CSASS DD FRRNTE, TDO LO CNTRARRIO. Cruella Carrie calcula el momento exacto donde clavar su puñal, ¿y qué mejor escenario que la boda de tu crush y joderlo? Pero el problema no radica en el boludo de turno que se casa, que a fin de cuentas nunca se tomó muy en serio la "cosa del matrimonio", acá el principal damnificado es Henrietta o "Duckface" como quieran llamarle. Antes mencioné que se nos presenta como chiste y es tratada como tal... it's supposed to be funny?

Así es como este cuentito intenta vendernos el amor ideal, el amor que vence cualquier obstáculo que nos impone la sociedad y sus respectivas instituciones. Richard Curtis no tiene tapujos en criticar el mandato matrimonial, aunque sea a costa de cargarse un personaje que cree en el mismo. ¿Acaso Duckface tiene culpa de querer casarse, hay que castigarla? Es un mensaje de mierda, en mi modestísima opinión. Un clásico de clásicos como El Graduado logra lo mismo con un solo plano, el famoso plano final. Y perdura a día de hoy. Todo este disparate que se monta en el tercer acto de Cuatro Bodas da verguenza en comparación. Pero bueno villana y dolobu terminan chapando en plena lluvia, el clásico tilt up de cierre y vivieron felices para siempre, como versión primitiva de Gone Girl: chupate esa Fincher andá a buscarla al ángulo. La cinta es indulgente con Carrie, nunca se la cuestiona, nada que ver con Gone Girl, al principio suena la canción "Love Is All Around" que pinta de cuerpo entero de qué va la historia. ¿Por qué no dejarla que muera en su ley, en vez de contentar a la audiencia? Isn't romantic. Quizás la cosa mejoraba si se hubiesen esforzado en concebir un personaje mínimamente amigable, pero parece que les ganó la flojera. Conclusión final: podés ser una persona sin ningún tipo de límites éticos y morales y ser feliz. ¡Congratulaciones! Ya sabemos que los malos no piden permiso. 

Nota extra: El indeciso de Hugh Grant nunca se la juega por lo que realmente siente y prefiere seguir callando sus balbuceos. Si no fuera por su hermano sordo hubiera aceptado el sí a regañadientes. Si no fuera porque la zorra le informaba sobre su estado sentimental se casaba sin chistar, dah chabón tu arco dramático es tristísimo.

Nota extra 2: en tiempos de código Hays estas boludeces no saldrían, hubieran recibido un voleo en el orto.

Nota extra 3: hubiera preferido menos bodas y más funerales.