Día sábado, estaba solo en mi habitación, mis ojos mirando el techo, la incertidumbre reinaba el ambiente. Posteriormente levanté mi trasero y encendí la compu, revisé mi perfil de Facebook, el molesto de mi amigo me había enviado un mensaje: quería que vaya a su casa. Me pareció una idea estupenda, ideal para descontracturar.
Llegué a su casa a eso de las 20:15 horas. Me recibió con un fuerte y emocionante abrazo de oso, "pero si nos vimos hace tres días, soltame gil" expresé con cierto enfado. Nos dirigimos a su pieza, nos pusimos a jugar Dragon Ball en la Play Station y otros juegos más mientras sonaba música a todo volumen. Fueron más de dos horas de puro vicio. Mi colega al que denominaremos: "AD" -para evitar problemas legales y etc-, me sugirió ir a un boliche llamado Roxy Club. No sabía de qué rayos estaba hablando pero apoyé la moción. Acto seguido tomé el teléfono y llamé a otro amigo (así completaba el trío deperdedores ganadores) al que denominaremos: DG (por las mismas razones anteriores). No contestó. Esperamos un rato, llamamos de vuelta, no contestó. AD se estaba impacientando. Una hora después lo volví a llamar, por fin contestó, he aquí el diálogo:
- ¿Hola? -dijo DG.
- Hola, soy Leo Marrok de la familia Marrok -respondí.
- ¿Qué carajo querés?
- Vamos a ir al boliche hoy con AD, tenés que venir o venir.
- No tengo ganas -adujo él.
- Tenés que venir -insistí.
- Eh...
Luego de mucho palabrerío innecesario pude convencer al perezoso para que viniera a la casa de AD con el objetivo de salir de joda porque no hay nada mejor para hacer un sábado a la noche que éso mismo, salvo dormir (claro está). Me comunicó que en 30 minutos estaría tocando la puerta (él vive cerca). Miré el reloj: 00:00 horas. Mientras tanto AD siguió jugando a la Play, yo en cambio boludeaba por Facebook en su computadora.
Pasó más de una hora y el vago de DG seguía sin venir. Lo llamamos de vuelta, nos dijo que se iba a bañar, que en una hora vendría. Esperamos hasta las dos y media de la madrugada cuando sonó el timbre: era nuestro amigo que estaba con dos botellas de Dr.Lemon en la mano. Lo saludamos e inmediatamente subimos al auto de AD. Antes de arrancar nos preguntamos a qué boliche iríamos, ya que era muy tarde para caer al tal Roxy Club (que queda en Villa Crespo). "Vayamos a Sick Club" sugerí. "Ni en pedo, ese antro es una mierda" replicó AD. "¿Acaso tenés otro en mente?" lo interrogué seriamente. Mi amigo se quedó callado supo que no había otra alternativa, debía hacerme caso e ir a dicho antro. Puso el pie en el acelerador y arrancó.
AD por ser dueño del auto y conductor se sentaba adelante, al lado de él no había nadie. DG y yo nos sentamos atrás tratando de terminar de consumir las botellas de Dr.Lemon (una tarea bastante difícil para mi). Fueron más de 40 minutos de viaje ya que el inepto chofer se metió en cualquier calle que desconocía. Una vez que estuvimos en frente de Sick Club bajamos. Había mucha gente haciendo fila, no sé cual era el problema pero no podían entrar. Un tipo -supuse que era el patovica del local-nos dijo que teníamos que esperar, que en cualquier momento iban a abrir las puertas de Sick. Confundidos sin saber qué hacer nos rascamos la cabeza, volvimos al auto y empezamos a barajar nuestras posibilidades para la noche. "¿Y ahora, qué?" preguntó AD.
Al final nos dimos cuenta que lo mejor que podíamos hacer era esperar y entrar a Sick. A ver: los demás boliches o eran más caros o pasaban cumbia, bachata y toda esa música detestable a la que hay que eludir SIEMPRE. El único problema era que mi amigo tenía que estacionar su auto en una playa de estacionamiento, no lo podía dejar en cualquier lado -quería evitar multas-. Dimos muchas vueltas por alrededores, las tarifas de los aparcamientos eran muy elevadas para nuestras modestas finanzas (además somos un poco mezquinos). De tanto buscar encontramos un sitio abandonado donde habían muchos coches estacionados o sea: perfecto. Parecía que se solucionaba aquel problema después de todo. Lamentablemente cuando descendimos del vehículo apareció un tipo a lo lejos, vestía de negro y tenía la cabeza rapada. Nos quiso cobrar $80 por estacionar. "¿De dónde salió este forro?" pensé. DG percibió que se estaba aprovechando de nosotros por ser jóvenes. Tuvimos que abandonar el sitio. Ni en pedo se podía pagar dicha cifra. Era muy evidente que aquel sujeto no trabajaba en aquella playa abandonada. Vio una oportunidad para hacer guita fácil. No le dimos el fucking gusto.
Terminamos estacionando en una avenida -no me acuerdo cual-, a unas cuatro cuadras del boliche. Un par de minutos más tarde entramos a Sick, pagamos la entrada ($40), los patovicas nos tocaron toda la anatomía e ingresamos a la oscuridad total. De veras estaba oscuro, muy poca iluminación. Atmósfera dubstep a todo volumen, a toda potencia (lo cual no era muy divertido). Fui al baño, DG hizo lo mismo. AD se quedó por ahí bailando solo. El baño era un entero enchastre: lleno de gentuza fumando, el piso estaba ennegrecido y lleno de agua, colillas de cigarrillos desperdigadas por doquier, olor a orina, a materia fecal, a vómito, en definitiva: ¡PUAJ! Igual: ¿qué se podía esperar de este tipo de lugares más que suciedad? Meé en un mingitorio con toda la vergüenza del mundo, me era incómodo orinar con gentuza a cada lado. No había agua para lavarse las manos (eso atentaba contra mi higiene), "¿como puede ser?" me dije. Salí asqueado de ahí.
Más adelante nos dirigimos a la barra a comprar unas bebidas energizantes para mantenernos despiertos all the night. Luego de beber fuimos en busca de mujercitas, bueno en realidad yo me atemoricé como suelo hacer y me quedé detrás de mis amigos que fracasaban en el intento de ligar. La noche se estaba poniendo muy deprimente. Eramos tres losers. La verdad es que muchas chicas no había, había mucho pendejo más que nada. Al pasar más de una hora ahí dentro le dije a AD que nos teníamos que ir, que estábamos sumando otro fracaso a la lista. Por mi parte estaba muy agotado, cagándome de calor y el ruido se me hacía insoportable. Me sentí un poco mal porque fui el tonto que recomendó ir a Sick. O sea: la cagué por decirlo de alguna manera.
Fin
Llegué a su casa a eso de las 20:15 horas. Me recibió con un fuerte y emocionante abrazo de oso, "pero si nos vimos hace tres días, soltame gil" expresé con cierto enfado. Nos dirigimos a su pieza, nos pusimos a jugar Dragon Ball en la Play Station y otros juegos más mientras sonaba música a todo volumen. Fueron más de dos horas de puro vicio. Mi colega al que denominaremos: "AD" -para evitar problemas legales y etc-, me sugirió ir a un boliche llamado Roxy Club. No sabía de qué rayos estaba hablando pero apoyé la moción. Acto seguido tomé el teléfono y llamé a otro amigo (así completaba el trío de
- ¿Hola? -dijo DG.
- Hola, soy Leo Marrok de la familia Marrok -respondí.
- ¿Qué carajo querés?
- Vamos a ir al boliche hoy con AD, tenés que venir o venir.
- No tengo ganas -adujo él.
- Tenés que venir -insistí.
- Eh...
Luego de mucho palabrerío innecesario pude convencer al perezoso para que viniera a la casa de AD con el objetivo de salir de joda porque no hay nada mejor para hacer un sábado a la noche que éso mismo, salvo dormir (claro está). Me comunicó que en 30 minutos estaría tocando la puerta (él vive cerca). Miré el reloj: 00:00 horas. Mientras tanto AD siguió jugando a la Play, yo en cambio boludeaba por Facebook en su computadora.
Pasó más de una hora y el vago de DG seguía sin venir. Lo llamamos de vuelta, nos dijo que se iba a bañar, que en una hora vendría. Esperamos hasta las dos y media de la madrugada cuando sonó el timbre: era nuestro amigo que estaba con dos botellas de Dr.Lemon en la mano. Lo saludamos e inmediatamente subimos al auto de AD. Antes de arrancar nos preguntamos a qué boliche iríamos, ya que era muy tarde para caer al tal Roxy Club (que queda en Villa Crespo). "Vayamos a Sick Club" sugerí. "Ni en pedo, ese antro es una mierda" replicó AD. "¿Acaso tenés otro en mente?" lo interrogué seriamente. Mi amigo se quedó callado supo que no había otra alternativa, debía hacerme caso e ir a dicho antro. Puso el pie en el acelerador y arrancó.
AD por ser dueño del auto y conductor se sentaba adelante, al lado de él no había nadie. DG y yo nos sentamos atrás tratando de terminar de consumir las botellas de Dr.Lemon (una tarea bastante difícil para mi). Fueron más de 40 minutos de viaje ya que el inepto chofer se metió en cualquier calle que desconocía. Una vez que estuvimos en frente de Sick Club bajamos. Había mucha gente haciendo fila, no sé cual era el problema pero no podían entrar. Un tipo -supuse que era el patovica del local-nos dijo que teníamos que esperar, que en cualquier momento iban a abrir las puertas de Sick. Confundidos sin saber qué hacer nos rascamos la cabeza, volvimos al auto y empezamos a barajar nuestras posibilidades para la noche. "¿Y ahora, qué?" preguntó AD.
Al final nos dimos cuenta que lo mejor que podíamos hacer era esperar y entrar a Sick. A ver: los demás boliches o eran más caros o pasaban cumbia, bachata y toda esa música detestable a la que hay que eludir SIEMPRE. El único problema era que mi amigo tenía que estacionar su auto en una playa de estacionamiento, no lo podía dejar en cualquier lado -quería evitar multas-. Dimos muchas vueltas por alrededores, las tarifas de los aparcamientos eran muy elevadas para nuestras modestas finanzas (además somos un poco mezquinos). De tanto buscar encontramos un sitio abandonado donde habían muchos coches estacionados o sea: perfecto. Parecía que se solucionaba aquel problema después de todo. Lamentablemente cuando descendimos del vehículo apareció un tipo a lo lejos, vestía de negro y tenía la cabeza rapada. Nos quiso cobrar $80 por estacionar. "¿De dónde salió este forro?" pensé. DG percibió que se estaba aprovechando de nosotros por ser jóvenes. Tuvimos que abandonar el sitio. Ni en pedo se podía pagar dicha cifra. Era muy evidente que aquel sujeto no trabajaba en aquella playa abandonada. Vio una oportunidad para hacer guita fácil. No le dimos el fucking gusto.
Terminamos estacionando en una avenida -no me acuerdo cual-, a unas cuatro cuadras del boliche. Un par de minutos más tarde entramos a Sick, pagamos la entrada ($40), los patovicas nos tocaron toda la anatomía e ingresamos a la oscuridad total. De veras estaba oscuro, muy poca iluminación. Atmósfera dubstep a todo volumen, a toda potencia (lo cual no era muy divertido). Fui al baño, DG hizo lo mismo. AD se quedó por ahí bailando solo. El baño era un entero enchastre: lleno de gentuza fumando, el piso estaba ennegrecido y lleno de agua, colillas de cigarrillos desperdigadas por doquier, olor a orina, a materia fecal, a vómito, en definitiva: ¡PUAJ! Igual: ¿qué se podía esperar de este tipo de lugares más que suciedad? Meé en un mingitorio con toda la vergüenza del mundo, me era incómodo orinar con gentuza a cada lado. No había agua para lavarse las manos (eso atentaba contra mi higiene), "¿como puede ser?" me dije. Salí asqueado de ahí.
Más adelante nos dirigimos a la barra a comprar unas bebidas energizantes para mantenernos despiertos all the night. Luego de beber fuimos en busca de mujercitas, bueno en realidad yo me atemoricé como suelo hacer y me quedé detrás de mis amigos que fracasaban en el intento de ligar. La noche se estaba poniendo muy deprimente. Eramos tres losers. La verdad es que muchas chicas no había, había mucho pendejo más que nada. Al pasar más de una hora ahí dentro le dije a AD que nos teníamos que ir, que estábamos sumando otro fracaso a la lista. Por mi parte estaba muy agotado, cagándome de calor y el ruido se me hacía insoportable. Me sentí un poco mal porque fui el tonto que recomendó ir a Sick. O sea: la cagué por decirlo de alguna manera.
DRAMATIZACIÓN:
Abandonamos el boliche como fracasados (eran las 4 hs). Nos metimos en el auto -me senté esta vez adelante, dejando a DG solo atrás- AD se quedó pensando en qué hacer, no quería que la noche terminara de esa manera tan loser. De pronto se le prendió su lamparita interna. "Levantemos a una prostituta" aconsejó nuestro amigo. No me pareció tan mala idea, pero era algo arriesgado. Recorrimos la zona de Once, no había ni una para levantar, entonces le sugerí a AD que vaya por la zona de Constitución, ahí capaz tendría más posibilidades de levantar alguna "prosti". ¿Como sabía "yo" aquel dato? Vamos: es lógico. Me di cuenta con el correr de los minutos que meterse por Constitución a esas horas no era un asunto para nada divertido. Las consecuencias podían ser ¡TERRIBLES!
DG estaba durmiendo, oía sus ronquidos, vi como le salia baba de la boca (un asco). Agarramos por la avenida Juan De Garay hasta llegar al "peligroso" barrio que había sugerido. Miré por la ventanilla, le comuniqué a AD la presencia de dos prostitutas en una esquina, al acercarnos más me di cuenta que eran dos travestis. Al chófer poco le importó aquello, "es lo mejor que podemos encontrar a estas horas" me dijo. Luego de unos tantos minutos de titubeo -que parecían eternos- paramos en la esquina. Desperté a DG, todo este asuntillo lo tomó de puta sorpresa, porque apenas despertó vio como una travesti se sentaba al lado suyo. Nos quiso cobrar $200 a cada uno (recontra inadmisible), yo no tenía más dinero para gastar así que tomé la estúpida y mejor decisión posible: hacerme el desentendido de todo este "perturbador" propósito, para decirlo en criollo: me hice el boludo, yo no quería saber nada, yo estaba en otra. AD tampoco parecía estar muy decidido en qué coño hacer. La situación nos superó a todos. Es fácil decir: "vamos a hacer tal cosa", lo jodido es cuando llega el momento. Mientras tanto la transexual (que por cierto: no tenía buen aspecto) esperaba que alguien le pagara para ejecutar su servicio, ¡guacala!.
DG accedió a abonar la cifra de $200 por sexo oral. Todo ocurrió dentro del auto, mientras dábamos vueltas a la manzana por Constitución, nuestro amigo recibía una felatio del trava. La zona era peligrosa, nos detuvimos en una calle abandonada, pero de repente tuvimos que arrancar porque mirando por el espejo exterior advertí que habían dos tipos metros atrás con intenciones de sacarnos del coche para robarlo. Estaba seguro. AD se pegó un susto y aceleró, el trava seguía con su trabajo normalmente, DG tenía la cabeza en otra parte, los ojos fuera de órbita, lo estaba disfrutando. Me reí de los nervios, no paraba de mover las patas de la tensión. Fueron diez minutos de puro riesgo. Todo muy turbio.
Luego de que nuestro excitado amiguín acabara en la boca del trava, nos fuimos del barrio de Constitución. Dejamos a DG cerca del edificio en donde vive, nos despedimos de él. AD me invitó a que duerma en su casa, no era mala idea, tenía sueño. Al llegar a su hogar lo que menos hicimos fue dormir, nos pusimos a jugar al Mortal Kombat, luego comimos empanadas porque... eh... simplemente pintó bajón (sabían rico). Así terminó aquella loca noche.
Fin
